divendres, 27 d’abril del 2018

EPITAFI

Començo a pensar que m'hauria agradat obrir un blog abans. Em resulta una necessitat imperiosa de guardar petits tresors que vaig trobant al llarg del Grau d'Humanitats. Quants fragments de veritat he gaudit i ja no recuperaré mai més¡¡ Un bri de vanitat (vanitas vanitatis) no pot fer massa mal. (Re)llegint a un dels maleïts romans, descobreixo el meu epitafi, i corro a penjar-lo al blog, com August, fent esculpir el seu testament, perquè no sigui mai dit. Verba volant.

DÈCIM JUNI JUVENAL, Satura [Sàtires], III, traducció de Manuel Balasch, Barcelona, Fundació Bernat Metge, 1961.



A Roma, ¿què hi faré? Mentides, no en sé dir. Si un llibre no val res, jo no sé ni demanar-lo ni lloar-lo. Tampoc no sé interpretar el moviments dels astres; la mort d’un pare no vull ni puc prometre-la. Mai no he inspeccionat les entranyes de les granotes; portar a la dona casada les comissions i els regals que li tramet l’adúlter, ja ho faran els altres. Menys encara seré l’ajudant de cap lladre. Heus aquí perquè no formo part del seguici de ningú com si fos un invàlid, un cops inútil amb la mà dreta inservible. Avui, ¿qui és volgut, sinó el còmplice i aquell a qui l’esperit bull de secrets que ha de callar per sempre? El qui t’ha fet partícip d’un secret honest, no creu que et deu res, ni mai no t’ho pagarà. Verres només aprecia el qui pot delatar-lo a qualsevol instant que vulgui. No estimis tant l’or que les sorres del Teix ombriu arrosseguen al mar, que no et deixi dormir, i et faci acceptar malenconiosament ofrenes que hauràs d’abandonar. No inspiris prevenció perpètua a un amic poderós!


Amb raó Luter l'anomenava "La gran puta babilònica¡¡¡¡" És que com més endavant anem pitjor....o no?

dijous, 26 d’abril del 2018

EL PROCÉS


"Mi jefe es un psicópata" Iñaki Piñuel. Alenta.

Cómo se llega a la dimisión ética interior

Contrariamente a lo que se pudiera pensar, el proceso por el que un determinado individuo alcanza la anestesia moral ante el mal, o su dimisión ética interior, no suele ser resultado de su voluntad detenida y deliberada, sino del juego de sutiles mecanismos de defensa que le afectan y que, por lo general, no advierte de manera consciente.
Ante el problema que la obligación de actuar frente el mal genera en los individuos de nuestra especie, es de esperar que la mayoría nos llevemos por estos sutiles mecanismos psicológicos de defensa, en lugar de elaborar una respuesta activa racional, meditada e inteligente.
Sin embargo, todos estos mecanismos de defensa presentan un problema: todos son intentos fallidos e ineficaces de restablecer el equilibrio psíquico. En consecuencia, muchas partes importantes y esenciales de la realidad quedan mal percibidas, sesgadas, veladas, escondidas o reprimidas de manera subconsciente.
Después del pormenorizado análisis de cómo se degradan moralmente las personas en las organizaciones sociales, el equipo de investigación Cisneros ha desarrollado un sistema progresivo de siete escalones para poder evaluar el grado de anestesia moral y dimisión ética interior al que ha llegado un individuo en una organización ante su responsabilidad de actuar:
  1. La parálisis moral mediante la resignación ante lo que no puede evitarse. Ante el espectáculo del sufrimiento en el mundo del trabajo y de la destrucción de las vidas y familias de millones de seres humanos, la mayoría silenciosa suspende sus juicios de valor, aludiendo a las leyes del mercado o a su carácter naturalmente regulador como algo inevitable. Si la economía explica estos hechos como derivados de algún tipo de lógica racional, no queda más que resignarse. Todo este proceso lleva a la mayoría de las personas a dejar de sentirse responsables por lo que les ocurre a los demás, y en última instancia puede terminar ocurriéndoles también a ellas.
  2. “No es asunto de mi competencia, no me corresponde a mí”. La fabricación de distancias psicológicas con las víctimas. En las organizaciones se suelen practicar dos tipos de rodeo psicológico para anestesiarse ante las víctimas: 1) no está en mi mano ayudar a los que están lejos (lejanía geográfica) y, por lo tanto, quedo excusado de prestar ayuda a los que sufren; y 2) no es mi asunto, no me corresponde técnicamente a mí intervenir (lejanía funcional). En las organizaciones, apoyar o prestar ayuda a los que sufren es el problema o la responsabilidad de otros, los del departamento de recursos humanos o aquellos que “cobran” por ello. Gritar que otros se ocupen del problema suele ser un elegante modo de reducir la disonancia por nuestra insolidaridad e indiferencia ante él.
  3. “Es culpa de quien lo ha hecho, no mía”. El desplazamiento de la responsabilidad moral de actuar sobre el autor. Con este mecanismo de defensa se trata de conseguir cargar al máximo las tintas de la responsabilidad de la victimización sobre sus actores directos, y desplazar así la obligación de ayuda que nos correspondería en cualquier caso. Cargar simplemente la responsabilidad sobre el carácter malvado de los perpetradores incrementa la probabilidad de que nadie haga nada por las víctimas, ya que nadie se siente responsable de atajar el problema por no haberlo generado directamente.
  4. “Yo ya ayudo a otros”. El desplazamiento de la obligación moral sobre otros tipos de víctimas. Nuestra mala conciencia encuentra el modo de sobrevivir al hecho terrible de no haber prestado ayuda a nuestros próximos a costa de ayudar a otras víctimas más lejanas a nosotros. Tal es el origen de muchas de las contribuciones económicas a las ONG y otras organizaciones asistenciales.
  5. “¿Y los otros, qué?”. La difusión sobre el grupo de la responsabilidad de actuar. Solemos terminar encontrando a otros que son los que tienen que hacer por las víctimas aquello que nosotros estaríamos obligados a hacer: el Estado, la Seguridad Social, las ONG, el Gobierno, etc. Estamos más justificados en nuestra indiferencia cuanto mayor es el colectivo al que atribuimos la responsabilidad de actuar. Sin embargo, no se trata de que estos organismos no actúen ante los problemas a nuestro alrededor, sino de caer en la cuenta de que tendemos a utilizar la existencia de estos organismos para inhibir nuestra responsabilidad moral y desplegar un comportamiento indiferente.
  6. “Se lo merecen”. El error básico de atribución, el mecanismo del chivo expiatorio y la satanización de las víctimas. Este recurso moral perverso para librarnos de nuestra responsabilidad hacia quienes sufren consiste en establecer la culpabilidad de la víctima de su mal. Comenzamos por no hacer nada ante quien arremete contra una víctima. Posteriormente, por el efecto de la disonancia que ello nos genera interiormente, creemos realmente en su culpabilidad. Finalmente, terminamos participando “de buena fe” en un proceso de linchamiento que termina adoptando una forma colectiva: el conocido mecanismo de “todos contra la víctima”, donde se la sataniza y convierte en chivo expiatorio. Muchas víctimas de la injusticia, de los abusos y de la violencia constatan con desesperación que sus amigos, sus familias o incluso sus propias parejas las cuestionan, las reprenden, les hacen reproches, participando sin saberlo en el esquema moral del indiferente-justificador-agresor.
  7. “Muerto el perro, se acabó la rabia”. El síndrome de ensañamiento con la víctima. La conocida dificultad de detener los linchamientos, una vez que estos se inician, se explica no solo por el mimetismo, sino también porque dejar a la vista de todos a una víctima significa mantener la posibilidad del impacto emocional de la disonancia. De lo que se trata es de insensibilizar los pocos remordimientos morales que quedan, sepultándolos con nuevos actos de barbarie. De ahí que todos los linchadores quieren que “lo que haya que hacerse se haga cuanto antes”. A partir del momento en que una víctima muere a manos de sus linchadores, la crisis concluye, se restablece la paz y lo incompleto se completa.  
Los individuos que culminan estos siete grados están ya preparados para ser cada vez más activos en el linchamiento ulterior de otros y en la colaboración activa con el mal. Han terminado formando parte de la estructura del mal que aqueja a sus grupos de pertenencia. Han pasado a formar parte del estatus de poder y de dominio que requiere para su funcionamiento el sacrificio periódico de nuevas víctimas en su entorno y en su propio seno. El poder los ha terminado convirtiendo en personas malvadas, sin que se hayan dado cuenta de ello. Son, a todos los efectos, nuevos psicópatas organizacionales.

NOMÉS HI PUC AFEGIR UN COMENTARI: HI HA POBLES, COL·LECTIUS I INDIVIDUS QUE VIUEN PERMANENTMENT EN UN PUNT. ALGUNS EN EL 7. QUI SÓN?

divendres, 20 d’abril del 2018

DAMASIO

Resultat d'imatges de DAMASIO


     Antonio Damasio trobo que és un pensador que hi toca molt. Alguna de les seves idees es veuen en aquest llibre tant interessant, on afirma que la separació de la res cogitans respecte de la res extensa és no tant sols artificial, sinó que va generar un error epistemològic de primer ordre. En aquest sentit volia afegir que aquest error caldria atribuir-lo més a Plató que a Descartes, però tampoc ho trobo rellevant.
     El que sí que trobo rellevant és la seva idea de Marcador somàtic. Deixem que ens ho expliqui ell:


      ¿Cuál es la utilidad de un marcador somático? Obliga a enfocar la atención en el resultado negativo de una acción determinada, y funciona como una señal de alarma automática que dice: ¡cuidado con el peligro que acecha si eliges la opción que tiene esas consecuencias¡ (Damasio:198)


     Suposo que, d'acord amb la neurociència, el que fa el marcador somàtic és registrar un estímul (negatiu o positiu; bo o dolent, com diria Deleuze), i preparar una resposta automàtica que, en cas de perill extrem, la nostra amigdala ens advertirà de manera instantània (i no racional).
    Una altra idea del tot rellevant és la de com l'individu aprehén. Basant-se en la idea del marcador somàtic, i fent una crítica explícita a Descartes, Damasio defensa que la persona viu en un continu d'aprenentage que es vertebra en la conjunció simultània entre els estímuls somàtics (com ara els sentiments, les emocions, etc...) i la raó. Uns sense l'altra no tindrien cap sentit, doncs encabim el coneixement en la nostra consciència i memòria construint  un tot homogeni, on ni la raó ni els sentiments poden separar-se els uns dels altres, ni molt menys funcionar isoladament. 
     Entendre tant meridianament com funciona el nostre cervell, com es vertebra, i com ens comportem i perquè, trobo que és el perquè de tot plegat. Apassionant i lectura totalment recomonada.

dilluns, 16 d’abril del 2018

VOYEUR





  Quan penso en el fenomen blogaire, la blogosfera, sempre me'n recordo de la finestra de Johari, relacionada amb aquella idea d'estirp freudiana que es pregunta Quina és la capacitat que hom té de veure's i suportar-se a sí mateix?
   Efectívament, quan parlem de la percepció de la veritat i de la consciència d'un mateix, ja partim de l'esviaix cognitiu que fins i tot tenim una consciència pròpia condicionada. Com podem pretendre doncs aprehendre el cosmos, si ni tant sols som capaços de veure'ns la cua de palla?
   No cauré, per suposat, en la pendent relliscosa que la liqüiditat post-moderna ens obliga a l'actualitat. No. Jo penso que Parmènides tenia raó. A no pot ser A i no-A al mateix temps. La tasca consisteix en posicionar l'A en un context determinat, sabent que l'esbiaix no marxarà mai del tot i que només la trobarem com en Wally: de casualitat, amagada i, en aquest cas, mai somrient.

dimecres, 11 d’abril del 2018

HASTA QUE LA HERENCIA NOS SEPARE


Hay familias que, a partir de la muerte de un pariente al que heredan, quedan distanciadas para siempre. Porque en realidad no están peleando solo por el dinero; en esa lucha es donde se libran las batallas de poder, del pedigrí familiar, de la saga, según el lugar que cada uno ocupó en la familia históricamente, lugar que quiere seguir manteniendo para transmitírselo a sus hijos. Diríamos que es la imposición genética de unos sobre los otros. (Salgado:17)


   Aquest fragment del llibre Hasta que la herencia nos separe, de'n Jesús Salgado, em serveix de pretext per introduir el problema hobbesià del conflicte social i la lluita per a la supervivència, des d'un punt de vista marxià: evidentment, karl Marx.
   Si hem dit que l'homo i la femina són els llops per a l'home, ara hi vull afegir una critica constructiva a les tesis de la dialèctica marxiana. Malgrat estic d'acord en l'anàlisis de Marx sobre l'explotació de la classe obrera per part dels burgesos -és una evidència-, penso que el problema és molt més profund i, en aquest sentit, el marxisme serviria com a concepte bàsic però no suficient per a corregir -en la mesura del possible, tot i que em reconec pessimista convençut- l'anarquisme imperant des del principi dels temps.
   La meva idea principal és que hi ha una construcció concèntrica sobre el mateix fenomen que es va superposant al voltant de l'individu (primer cercle); la família (segon); i la societat (tercer).
   Totes les formes d'explotació venen de l'egoísme connatural de l'individu -El gen egoísta-, que es veu a més en combat per a sobreviure en el grup i, en darrera instància, deixar petjada genètica en les futures pròpies generacions.
   La resta d'estructures socials construides sobre aquests dos pilars són concènctriques a aquestes: poden anar més lluny, ser més complexes, de curta o llarga volada, però sempre responen a aquestes mateixes raons. Com diria Marx, tot està en les bases materials de producció. Com afegiria jo: i en la supervivència i la misèria de la qual fugim, just en direcció oposada al treball i a la rectitut.
   Per això veiem com les empreses, els estats, les religions, i qualsevol organització humana, participa de la mateixa pugna i funciona de manera similar a com ho fan els individus a nivell individual o familiar: una casa de barrets.

   Com Salgado diu, "hay famlílias que". Però n'hi ha que no. Perquè? Penso que poques són les que fan les coses de manera humana, superant la llei de la selva on s'imposa o bé el més fort o bé el més pervers. Així arriben, uns pocs,  a una dignitat que només uns grans pares poden transmetre com a valor primer de cada persona, donada en un grup determinat. Rara avis.
   Hi ha esperança, doncs? Hi ha un tant per cent de la població que resisteix a la misèria? Quin tant per cent? Tornem als experiments psicosocials per trobar una possible resposta. Milgram.

Com diu el meu amic Quim, parafrasejant en Marc Vidal: Se acerca una gran bola de mierda por el horizonte a velocidad constante. 

divendres, 6 d’abril del 2018

HOMO HOMINI LUPUS




Comentar aquest vídeo fa basarda. Els experiments psicosocials van créixer a recés de la Segona Guerra Mundial  quan, després de la fornada conductista de principis de segle XX, hom es preguntava com, les "avançades" civilitzacions europees, havíen pogut arribar a un nivell tant gran d'inhumanitat.
El video és paradigmàtic de quelcom que ens adverteix el pare d'en Conan el Barbar: la desconfiança en els nostres congèneres. Ja ho diu la dita: Tingues a prop el teu amic, però més a prop el teu enemic.
Aquesta idea ens serviria metafòricament com a principi de les humanitats,tal com les enfoco jo, de manera realista, que vol dir pessimista. La desconfiança en els altres ens remet a la desconfiança en nosaltres mateixos, i el dubte no tants sol ens ho qüestiona tot, sinó que ens estimula a continuar pensant. Aquest dubte, aquest dimoniet, és el que Descartes negava en la seva segona fase argumentativa, després del cogito. Per això, jo afirmo: Dubto, llavors existeixo.

dimarts, 3 d’abril del 2018

FEMINA HOMINI LUPUS



     M'agrada la història de Samsó, malgrat que té un final feliç i, per tant, és una ficció massa bonica per ser veritat: justícia, at last¡¡¡ Però la realitat sempre va per una altre camí que el discurs.
   Què hi ha de realitat en aquesta història? Respon a alguna situació anàloga -3000 anys més tard- a l'actual? Hi  ha uns patrons psicològics estandards que es repeteixen, com diria Elíade, arquetípicament? O, essent benevolents, es pot llegir com una història isolada i insòlita del passat, un invent més del patriarcat sempre atent a inventar ficcions per esclavitzar "les altres"?
    A veure, repassem: Un home, viu d'allò seu, en aquest cas guerrer. Invencible, els seus enemics tramen vènce'l per l'esquena, mercès a la traïció de la seva dona. Acaba a la presó: ella es queda la casa i els diners, els de l'home i els dels hostes que vingueren, i la casa li prengueren.
Està clar: res a veure amb la realitat d'avui en dia.
   Què passaria si totes les Daliles es possessin d'acord? 2100 anys abans que nosaltres, el censor romà Cató va descriure quelcom que ens podria -també per casualitat i fruit de la malvolença connatural del patriarcat- resultar familiar:
(Livi 34, 2, 1-4) "[...] como no fuimos capaces de controlarlas individualmente, nos aterrorizan todas a la vez". No comment.
   La pregunta que em ve al cap és: en quina mena de societat malalta vivia Dalila per pensar que la seva traició no només tindria èxit, sinó que a més viuria com una reina i aplaudida per tothom?
  Seguim que pendrem mal....va dir ell, sol, contra tots, i va continuar empenyent. Tal vegada era la veritat el que més fort feia a  Samsó? Però la veritat és un luxe que es paga car.
Semper fidelis.

PROPAGANDA

http://www.retoricas.com/2011/05/los-11-principios-de-la-propaganda-j.html